David Pazos

Cuando mis compañeros me dijeron que cada uno debíamos escribir una pequeña explicación personal por la cual nos habíamos embarcado en este proyecto de investigación pensé inmediatamente en cómo surgió la idea, pero enseguida descarté esa posibilidad por no mostrar lo que realmente me llevó a querer participar junto a otras tres personas en un trabajo como el que estamos inmersos.
Hasta hace algunos años mi vida giraba alrededor de una cámara fotográfica ya que me dedicaba profesionalmente a la fotografía. Un buen día todo mi mundo dio un giro al redescubrir el manga y el anime que tan buenos ratos me había hecho pasar en mi niñez y me vi inmerso en un apasionante viaje a través de historias y personajes de comic y dibujos animados japoneses. 
El mundo asociativo fue el primer paso y llegué a ser vicepresidente de una asociación dedicada al manga, al anime y la cultura japonesa. Creo que fueron dos años intensos en los que se lograron cosas realmente importantes. Seguramente dentro de algunos años, cuando los que en su momento estuvimos en esa enorme olla a presión nos daremos cuenta de lo importantes que fueros aquellos primeros meses para la comunidad otaku gallega. 

Decidí dejar mi puesto en aquella asociación y descansar durante unos meses, recuperar fuerzas. Me prometí a mi mismo que no volvería a involucrarme en un colectivo o en la organización de una actividad o un evento. En este justo momento lo que más necesitaba era volver a disfrutar leyendo un manga. Llevaba más de seis meses sin sentarme frente al televisor y pasar un buen rato viendo un anime. Pero hay cosas que son imposibles. Al cabo de pocas semana ya tenía en mente otro proyecto, que más tarde se transformaría en forma blog y en el que trato temas como el Anime Experimental, el manga menos comercial, la cultura japonesa desde un punto de vista menos idílico y más realista. Gracias al blog he podido dar algunas charlas, mesas redondas y conferencias relacionadas con el mundo del manga y el anime. 
Supongo que el tiempo, la madurez y las ganas de aprender cada vez más de la cultura nipona, de sus artistas y su sociedad ha hecho que en un momento dado me plantease indagar e investigar más a fondo sobre un país como Japón. Así es como he llegado a involucrarme en este proyecto de investigación junto a tres amigos que sienten y comparten de forma parecida la cultura japonesa. Es un placer  poder trabajar con ellos, haber podido volver a juntarnos después algún tiempo y saber que, con ganas, interés y trabajo, incluso un proyecto tan difícil pero al mismo tiempo tan bonito es posible.