domingo, 24 de octubre de 2010

Tetsuya Ishida: artista y crítico social


Escrito por David Pazos

Que tienen en la cabeza algunos artistas que cuando cogen su lápiz son capaces de recrear aquello que sus mentes solo logran ver en sueños. Sueños repletos de escenas impactantes, que rompen con la más absoluta realidad y llevándonos a un mundo surrealista, misterioso que no acabamos de comprender en su totalidad.
Es posible que cuando alguien ve una pintura o un dibujo, la primera reacción que tiene hacia ella sea rechazo, pero si indagamos en el por que del  trabajo, de la obra, puede que solo entonces lleguemos a comprender un poco el significado oculto que el autor quiso transmitir con ella.
 
Tetsuya Ishida, un artista japonés que murió trágicamente en oscuras circunstancias en el año 2005 arroyado por un tren, nos muestra en cada lámina una existencia atormentada. Sus miedos, sus dudas, el rechazo a la sociedad y todo lo que la rodea pueblan un imaginario tan paranoico y surrealista que personlemente  despues de estar observando detenidamente sus trabajos me he quedado agotado y con unas sensaciones un tanto encontradas.  En todas su escenas da la impresión de que sus protagonistas están atrapados en un mundo que no han elegido, al cual no pertenecen y en el que obviamente no desean estar y sin embargo, no hacen nada para para salir de la situación en la que se encuentran. Es como si no les importara lo que les pueda suceder. La desidia ha invadido su cuerpo como una plaga de langostas y se han abandonado a su suerte.
Ishida obviamente está enfadado con la sociedad y el mundo que le ha tocado vivir y la única manera que tiene de luchar contra ella es mediante sus obras.
 
Una lucha que, sinceramante es absurda. La sociedad es una telaraña compleja en la que millones de personas cada día están al borde de caer en las redes de una araña que no tendrá el menor reparo en atrapar a aquellos pobres incautos que comentan un pequeño error. Sin embargo a los humanos parece que nos gusta estar al filo de la navaja. En un mundo en el que prima el querer ser mejor que el de al lado, en el que los egos son entidades propias, Ishida nos muestra dibujos en los que los habitantes de este planeta somos una pieza de un engranaje, un número sin más. Su mundo pesimista, su mundo de pesadillas son producto de una mente privilegiada. Muchas de sus obras hablan por sí solas y otras necesitan un poco de tiempo para que nuestro ojos se acostumbren a algo totalmente diferente de lo que hemos visto hasta ahora. Nos hace participes de la sociedad en la que le tocó vivir: la japonesa, absorvente e implacable en el trabajo o en los estudios.
 
No me cabe la menor duda de que este dibujante extraordinario, con un estilo caraterístico y  poco convencional, ha influido en mangakas actuales como Hideo Yamamoto, autor de Humunculus .Puede que no nos demos cuenta pero mangas como Ikigami tienen una fuerte influencia de este autor poco conocido por estos lares. El humor surrealista que muestra en  mangas como Kurosagi, es casi una oda a la obra de un incorformista, de un rebelde que apagó su vida en las vías de un tren, quien sabe si accidentalmente o como protagonista de una de sus obras más macabras. En cualquier caso, y a pesar de la crudeza de algunas de sus imágenes debemos reconocer que este hombre supo manifestar su realidad en un papel, y sobre todo fue un estupendo dibujante que puso de manifiesto que no quereía ser uno más en el engranaje de la sociedad.


Estas son algunas imágenes de la obra de  Testsuya Ishida

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