miércoles, 9 de marzo de 2011

Huérfanos en el anime: Consideraciones sobre ser huérfano en Japón





Escrito po Carla Santiago

Parándome a analizar algunos de los animes y mangas que he visto me he dado cuenta de que hay varios elementos que se repiten de manera frecuente. De esos elementos el que más me llama la atención es que muchos de los personajes carecen de una familia y se ven forzados a salir adelante solos. ¿Es simplemente un recurso para justificar las idas y venidas de personajes muy jóvenes sin que tengan que dar cuenta a nadie? ¿Una manera simple de explicar un carácter difícil?

Puede ser pero se repite en cantidad de animes como Sailor Moon, Bleach, Evangelion, Saint Seiya, Fullmetal Panic, Fullmetal Alchemist, Code Geass, Dragon Ball, Detective Conan... 

Un punto en común con todas estas series es la importancia del honor y el valor (en Saint Seiya, Fullmetal Alchemist por ejemplo es un elemento crucial). Es algo bastante normal teniendo en cuenta la importancia de la historia militar japonesa y la vital trascendencia del honor en esta.



Por supuesto hay matices diferentes en todas las series pero normalmente se observa que los personajes que salen adelante solos tienen un carácter fuerte y a la vez se alaba y exalta su capacidad de sacrificio y su sentido del deber para con los suyos. Sin duda por la dureza de no tener una infancia normal con las comodidades y facilidades que da una familia.



Hay un caso en particular que siempre me ha llamado la atención, es el de Kojiro Hyuga (Mark Lenders) de Captain Tsubasa. Siendo un niño pierde a su padre y el negocio familiar quiebra, aunque en este caso sí tiene una madre, tiene que ponerse a trabajar además de cuidar de sus hermanos pequeños. Desde el principio se le muestra como un chico de carácter fuerte y podría entenderse como el malo de la serie pero con el paso de los capítulos se observa que aunque se critica su carácter individualista se alaba la manera de cuidar de su familia y el esfuerzo que hace para ser lo mejor posible. Incluso a veces me da la sensación de que es una crítica al exceso de exigencia de la sociedad desde la más tierna infancia. En uno de los capítulos se ve claramente cómo el chico no puede con la presión de trabajar, entrenar y conservar una beca para no dar problemas a su madre que trabajaba muchísimo para mantenerle a él y a sus hermanos; acaba enfermando. Tal vez lo que más se le reprueba a este personaje es una cierta falta de “honor” y su poca capacidad para en trabajo en equipo en los primeros capítulos de la serie aunque con el avance de los acontecimientos se demuestre que eso no es totalmente cierto. Puede que a la par que se reprocha el exceso de exigencia de la sociedad se ensalce la capacidad del individuo para sobreponerse a las dificultades y cumplir con todas las expectativas sin pedir ayuda a nadie. Eso es algo que me choca en una sociedad tan poco individualista como la japonesa, en la que uno pertenece a la empresa y casi debe guardarle la misma fidelidad que a su propia familia.



En ese aspecto también me recuerda a Fullmetal Alchemist donde se ensalza que Ed nunca llore, ni se queje cuando le conectan sus prótesis (no lo hace porque según el propio Ed no tiene derecho a hacerlo ya que Al no se queja de haber perdido todo su cuerpo). No suele pedir ayuda y carga con una misión casi imposible.



En Code Geass se pone de manifiesto lo mucho que Lelouch cuida de su hermana ciega y paralítica. A Lelouch se le muestra como un chico que a fuerza de tener que ocultarse de su propia familia ha tenido que desarrollar mucho su inteligencia. Su amigo y rival Suzaku Kururugi tampoco tiene familia y aunque es un chico bueno y afectuoso también se le muestra como una persona decidida y valiente. Ambos amables con la hermana de Lelouch (Nunally) y sin embargo capaces de salir adelante solos.
Esto podría venir de la escasa consideración que tienen los orfanatos en Japón, lugar donde hasta hace muy poco había un número muy pequeño de adopciones y hay poco apoyo económico por parte de la administración japonesa a los orfanatos públicos. Aunque después de la segunda guerra mundial se potenciaron las adopciones, debido al elevado número de huérfanos, parece existir algo de miedo a los problemas que puede tener un hijo adoptado o a la escasa aceptación del entorno. Tampoco existen demasiados hogares de acogida. De hecho, la legislación sobre hogares de acogida es muy reciente y es algo que parece chocar en la sociedad japonesa, ya que resulta complicado aceptar estar al cuidado de unos niños que no son de tu familia y que en muchos casos tiene otros padres en una sociedad que vincula la familia a la consanguinidad.

Por todo esto, tras analizarlo creo que existe una cierta admiración hacia las personas que salen adelante solas y que, en cierto sentido, dejan en evidencia una sociedad que pretende ser demasiado dura y exigente con el individuo.
Puede que en el fondo a los japoneses no les guste ser homogéneos.




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